La Comisión Europea desarrolla anualmente el índice de Economía y Sociedad Digital con el principal objetivo de evaluar cuál es el grado de competitividad de los Estados miembros, y poder llevar así a cabo comparaciones en base a datos objetivos.
En la publicación de junio de 2019, España se mantiene en la undécima posición, ligeramente por encima del promedio de los países de la Unión Europea. El primer, segundo y tercer puesto en el ranking es para Finlandia, Suecia, Holanda y Dinamarca.
[no_toc]
Para ello, hace uso de hasta 44 indicadores en relación a cinco campos que guardan una relación muy estrecha con la digitalización:
Los resultados obtenidos por España en cada uno de los campos analizados por la Comisión Europea presentan un comportamiento dispar. Destaca especialmente en conectividad y servicios públicos digitales, pero se sitúa por debajo de la media de la UE en capital humano.
Es precisamente el capital humano el aspecto en el que España presenta un mayor desfase en comparación con otros países de la Unión Europea, y es el único que se sitúa por debajo del promedio de los países miembro.
Hay determinados aspectos de la conectividad que otorgan a España una posición muy por encima del promedio europeo, como la preparación para la tecnología 5G o la banda ancha de gran velocidad, entre otros. Aspectos que, tal y como indican los expertos, alertan de la gran importancia que tiene en la actualidad fomentar la sensibilización que muestran las pequeñas y medianas empresas.
Para ello, el Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información (ONTSI) en su último informe sobre la digitalización de las pymes españolas (ePyme 2018. Edición 2019), distingue por sector y tamaño de empresa, estableciendo dos grupos: micropymes (hasta 9 empleados) y pymes y grandes (más de 9 empleados). De acuerdo a este informe, las PYMEs con mayor escasez de digitalización son las que trabajan en los siguientes sectores de actividad: servicios inmobiliarios, logística, construcción, industria y comercio al por menor.
En relación a la influencia que tiene el tamaño de las organizaciones en su nivel de digitalización, la diferencia es muy elevada, lo que influye directamente en su competitividad.
Por esta razón, apoyar la accesibilidad a recursos tecnológicos, económicos y de capital humano para mejorar la digitalización de las PYMEs es esencial para el correcto desarrollo de la economía española en los próximos años.
Son precisamente el conocimiento y la formación la principal debilidad de las pequeñas y medianas empresas en su proceso de transformación digital. Pero la causa raíz de esta situación es la baja sensibilización que muestran las PYMEs hacia la innovación y las nuevas tecnologías.
La consecuencia es que, mientras las grandes empresas están actualmente afrontando un salto cualitativo hacia la digitalización mediante la implementación del Big Data y el Machine Learning, las PYMEs tienen aún que integrar la presencia en Internet más básica. Algunas de ellas ni siquiera tienen página web o perfiles en redes sociales.
Es por lo tanto evidente la creciente necesidad de apoyar la digitalización de las pequeñas y medianas empresas en España para que éstas puedan mantener su competitividad en un entorno cada vez más globalizado.
Las compañías TIC, como principales observadoras de la penetración de las nuevas tecnologías en las organizaciones, indican que en los últimos años se ha dado un crecimiento gradual en lo relativo a la evolución de la seguridad de los sistemas y de la información, aunque sigue manteniendo un rol secundario. Las PYMEs tienen aún un nivel de ciberseguridad muy alejado del realmente necesario.
Uno de los principales aspectos que están sirviendo de ayuda para mejorar la seguridad de la información es
Aún así, las microPYMEs, en la gran mayoría debido a la escasez de recursos económicos, siguen sin aplicar de forma rigurosa las exigencias de la ley.
Arquitectura de una propuesta de éxito
I+D+i
