Los clientes del Siglo XXI desean sentirse únicos por las marcas en las que confían. Es por ello que una de las estrategias más relevantes en el comercio minorista es la personalización de compra. No se trata solo de conocer y comprender las preferencias de los clientes, sino de anticiparse a sus necesidades. Una de las principales claves del éxito es descubrir necesidades de los usuarios que ni siquiera ellos mismos saben que tienen.

Y es aquí donde la hiperlocalización juega un papel muy importante. Se trata de ofrecer una gama de productos o servicios en relación a la preferencia de los clientes o a la relevancia local. Este es un factor esencial para el comercio minorista.

Actualmente los minoristas se enfrentan a un entorno hipercompetitivo, de modo que la clave del éxito es personalizar al máximo la experiencia de los clientes. La experiencia no se refiere solo al momento de la compra, sino también el del uso del producto o el disfrute del servicio. Los minoristas deben ofrecer la mejor experiencia 360º.

La información es poder, y el uso de las nuevas tecnologías permite a los retailers tener acceso a información de valor sobre su público objetivo. Por ejemplo, pueden conocer el nivel socio-económico de su target o si tienen necesidades específicas.

Por supuesto, es fundamental el tratamiento adecuado de esta información durante el proceso de toma de decisiones para establecer características y necesidades concretas de los clientes. Solo así los minoristas pueden identificar de manera precisa los productos y/o servicios que deben comercializar.

Establecer una adecuada estrategia de hiperlocalización es esencial para ofrecer la mejor experiencia a los consumidores. Solo así se puede aumentar su confianza y fidelidad. Esto se traduce en un crecimiento notorio de las ventas y, por lo tanto, de los beneficios del negocio.

Es esencial que los objetivos planteados con la hiperlocalización vayan alineados con la estrategia de la compañía para que todas las acciones y estrategias estén sincronizadas.

En plena era digital, los gustos, preferencias y necesidades de los clientes cambian a mayor velocidad que hace tan solo unos años. Esto obliga a los minoristas a cambiar sus productos y/o servicios con mayor frecuencia. Esta es una tarea que no se puede realizar de manera manual ya que obligaría a aumentar el número de empleados responsables de la planificación.

Es por ello que muchos retailers están haciendo uso de la tecnología más avanzada en la optimización de surtido. Con la aplicación del Big Data y otros sistemas, es posible la automatización de los procesos de planificación. Es así como pueden ofrecer una experiencia más personalizada y conseguir un nivel de eficiencia óptimo.

Teniendo en cuenta que la hiperlocalización varía el funcionamiento de los ejecutivos en lo relativo a la planificación, la adecuada gestión es fundamental para tener éxito. En pleno Siglo XXI, actualizar los surtidos ya no puede seguir siendo un proceso puramente manual. Los minoristas deben apostar por los nuevos procesos y las tecnologías más innovadoras.

Existen varias ventajas en la adopción de una estrategia de hiperlocalización en el comercio minorista, todo con el principal objetivo de mejorar la experiencia de compra de los clientes. Los retailers tratan de localizar una ventaja competitiva para adaptarse y satisfacer las necesidades de sus consumidores.

Teniendo en cuenta los importantes cambios que se han dado en el sector minorista debido al desarrollo de la tecnología y la implantación de Machine Learning e Inteligencia Artificial, todo ello facilita y mejora la eficiencia de la tarea de los responsables de la planificación. De es manera se reduce su carga de trabajo, lo que les permite tener una visualización más amplia y completa de la cadena de suministro. Además, la información se recibe en tiempo real.

Este es un nuevo modo de combatir las fluctuaciones repentinas y el nuevo ritmo de trabajo que exige el modelo de hiperlocalización.