La tecnología y la diversión se tomaron de la mano para llegar al corazón de las empresas a través de la gamificación.
Una técnica que aplica las mecánicas de un juego al entorno del trabajo. La idea es aumentar el interés y la motivación de los colaboradores.
Así que quienes piensan que laborar es sinónimo de monotonía deben recordar que a principios del año 2000 surgieron juegos como Los Sims que se pusieron de moda, y las personas dedicaban mucho tiempo y energía para construir su personaje o avatar.
Pues bien, en ese contexto realizar las tareas cotidianas era más placentero, porque formaban parte de la dinámica de un juego.
Gracias a la gamificación, las empresas propician la modificación de algunas conductas en sus colaboradores y la adquisición de otras nuevas. Todo en beneficio de la organización, de los objetivos profesionales y personales de sus integrantes.
Por esta razón, la práctica es tendencia dentro de la gestión empresarial. La idea es involucrar, en la misma medida, a directivos, colaboradores y clientes de una forma agradable y divertida.
Seguro has escuchado en diversas oportunidades sobre esta técnica que utiliza el pensamiento y la mecánica del juego en contextos no lúdicos como la educación o el trabajo.
La idea de alcanzar cierto objetivo, logros o reconocimientos, mientras que los participantes se sienten integrados e involucrados en un proyecto común.
Aplicada en el área de recursos humanos de una empresa, se trata de una estrategia poderosa que incluye las mecánicas de juego a los procesos de negocio, en la toma de decisiones, la motivación, el esfuerzo, la fidelización y otros valores usuales en todo juego.
Dentro del concepto inicial de la gamificación cabe destacar que existen dos tipos:
Si te interesa el mundo de la gamificación en las empresas debes tener presente que la metodología que utilices cuente con varios elementos básicos que no son obligatorios, pero sí recomendados:
Hasta ahora hay algunas áreas organizacionales en las que se ha aplicado la gamificación de forma exitosa:
Si estás al frente de una pyme es probable que te preguntes cuáles son las ventajas que aportan la gamificación.
En este punto, hay que destacar que la gamificación tiene la capacidad de generar un cambio de actitud en los miembros de la organización para alcanzar la conducta deseada y alineada con los objetivos de la empresa.
De hecho, está comprobado que los métodos tradicionales de enseñanza pueden causar en el contexto laboral cargas de desmotivación, falta de concentración o incluso bajo rendimiento.
Es por eso que las pymes que adoptan la metodología de aprendizaje optimizan la productividad de sus trabajadores.
Piensa por un segundo todo lo que se puede lograr si se implementa un sistema de puntos que funcione como incentivo y que implique que los colaboradores se vinculen más con el proyecto empresarial.
Otra de las ventajas es que incrementa la interacción directa con las personas. De manera que es una oportunidad de oro para conocer qué opinan sobre el negocio.
De allí que grandes corporaciones como Google, IBM y Nike, cada vez se apoyan más en la gamificación empresarial.
Entre sus beneficios principales podemos encontrar que:
Hay muchas maneras de aplicar la gamificación en el contexto organizacional y empresarial, a continuación te detallamos algunas de ellas:
Una encuesta sobre el tema reveló que el 87 % de los empleados consideran que la gamificación ayuda a ser más productivos, más si la dinámica está acompañada de recompensas como tarjetas de regalo, días libres, bonos y reconocimientos públicos.
La armada de los Estados Unidos utiliza una plataforma gamificada de realidad virtual que permite incrementar el número de interesados en ingresar a las filas militares, disminuir las tasas de deserción en el entrenamiento y los costes relacionados.
Por ejemplo, la empresa HP decidió no tomar este riesgo y adoptó un sistema gamificado mediante una App para formar a sus vendedores en asuntos clave de ciberseguridad.
El tema giró en torno a ganar la “Copa HP de seguridad” e invitar a los usuarios a participar en “batallas” de conocimiento.
Una muestra muy sencilla es la que aplica la membresía de Starbucks, que por cada frapuccino que compra el cliente le da una “estrellas”. Estas van desbloqueando “niveles” con diferentes beneficios y funcionan como un refuerzo positivo.
Si todo lo que hemos dicho te ha convencido para apostar por la gamificación, aquí tienes los pasos a seguir para implantarlo en tu pyme:
Lo ideal es que las técnicas de gamificación cambien según los objetivos y el personal de tu pyme.
Por ejemplo, no tiene sentido educar a un agente financiero en áreas creativas y de marketing si lo que se busca es formarlo en temas de inversiones en bolsa.
Así que tener claro los objetivos y segmentar el público en materia de gamificación es imprescindible.
Ahora ya tienes todas las herramientas necesarias para diseñar tu propio juego.