Si has pensado crear una empresa, seguro uno de los temas que más te preocupa es el de la infraestructura tecnológica.
La razón es que muchos lo catalogan como un ‘gasto’, ya que con los años cada equipo adquirido pasa a ser obsoleto.
Por lo tanto, es obligatorio mantenerlos actualizados y es aquí donde el renting tecnológico se convierte en una opción atractiva.
Como ya sabes, la tecnología ocupa cada día un puesto importante dentro de las empresas, debido al ahorro de tiempo y esfuerzo que representa contar con los recursos tecnológicos correctos.
La opción para impulsar tu negocio es destinar los recursos financieros al plan productivo y escoger un modelo de renting tecnológico que permita la actualización del equipamiento tecnológico sin que represente una gran inversión económica.
De allí que el renting tecnológico es la práctica que consiste en alquilar equipos tecnológicos, a través del pago de una cuota establecida por un plazo determinado.
Las condiciones se plasman en un contrato mercantil de arrendamiento en el cual el arrendador obtiene los equipos elegidos por el arrendatario, sabiendo que los equipos pueden ser cambiados y reemplazados por otros, o ampliados durante todo el periodo contractual.
Las cuotas pueden ser mensuales, trimestrales e incluso semestrales o anuales. El tiempo del contrato de renting es de 12 a 60 meses.
En efecto, el desarrollo tecnológico no para y la vida útil de los dispositivos disminuye cada vez más. Esto se debe a que salen de forma constante al mercado equipos con mejores prestaciones.
Es una opción bastante atractiva para las compañías porque optimiza la productividad y permite consolidar el control de los gastos.
Un ejemplo de renting tecnológico en una empresa es que a cambio de un pago mensual, el negocio recibe los equipos necesarios, cobertura y soporte técnico, al igual que si hubiese desembolsado dinero en una transacción comercial tradicional.
El servicio suele ofrecer el asesoramiento personalizado, la instalación, soporte técnico y el coste de transporte.
Aunque no todas las empresas son iguales, y algunas de ellas pueden tener diferentes alternativas, normalmente un renting tecnológico incluye:
Como lo hemos dicho, el equipamiento tecnológico es un aspecto clave en cualquier empresa, pero exige una inversión que no está al alcance de todos.
Con el renting tienes acceso al equipamiento tecnológico con unas reglas económicas más favorables que la compra.
Es así que la solución de alquiler de tecnología está justificada en momentos particulares.
Por ejemplo, la necesidad de cambiar un equipo con problemas técnicos, siempre que el mantenimiento no sea más costoso que comprar uno nuevo.
Por otro lado, cuando un equipo se utiliza de forma esporádica, como en el caso de los drones o tablets. A la lista sumamos más ventajas, que puedes analizar para que decidas si el renting de equipos informáticos es lo que más conveniente:
A diferencia del renting tecnológico, es un dilema que exige inmovilizar recursos en un activo que formará parte del balance.
En definitiva, la tecnológica es un factor clave para las empresas a la hora de alcanzar la eficiencia y la productividad que quieres.
Es por eso que entre las principales ventajas que aporta el modelo de arrendamiento tecnológico está la de inclinarse por mejores herramientas, optimizar la digitalización de la compañía, dejar a un lado la gestión de los bienes que no entregan valor en el día a día de la empresa e invertir y focalizar ese tiempo en la innovación.