En pleno siglo XXI, hay dos términos que son imprescindibles en el ámbito empresarial: innovación y digitalización.
Sin embargo, no todas las empresas llevan a cabo el proceso de transformación digital de la misma manera ni con igual vehemencia. En líneas generales, las multinacionales y compañías de gran tamaño se muestran más dispuestas a digitalizarse e innovar. Además, disponen de más recursos para alcanzar el grado de madurez en la transformación digital.
En España, el grueso del tejido empresarial está formado por pequeñas y medianas empresas, cuyo nivel de conectividad es de casi el 100%. Ahora bien, tal y como señalan los expertos, no todas están dispuestas a invertir en tecnología. Los sectores de actividad líderes en digitalización e innovación son las telecomunicaciones y la tecnología. En el lado opuesto del ranking, los sectores más rezagados son el inmobiliario y el de la agroindustria. Estos últimos muestran muy poco interés en la implementación de nuevas tecnologías para garantizar la supervivencia de los negocios a largo plazo.
Hay varias tecnologías que están cambiando de forma notable la industria del siglo XXI. Una de ellas es la impresión 3D, con múltiples campos de aplicación, como la industria manufacturera y la alimentaria. También conocida como fabricación aditiva, reduce de forma notable los tiempos de diseño a la producción, así como los plazos de fabricación. Además, permite a las compañías desarrollar productos personalizados en lotes pequeños, e incluso individuales. También ofrece una mayor flexibilidad en la producción.
La nanotecnología es una de las tecnologías que más cambiarán el mundo en los próximos años, tal y como prevén los expertos. Aunque actualmente se utiliza sobre todo en biotecnología e ingeniería especial, los proyectos en marcha buscan dirigir la nanotecnología hacia la fabricación de productos.
En la industria manufacturera, gracias a esta tecnología se pueden confeccionar prendas de vestir con propiedades extraordinarias, como por ejemplo hacer que las personas se sientan más frescas o calientes.
El Cloud Computing ha sido clave en la continuidad de los negocios desde que comenzó la pandemia del coronavirus ya que muchas empresas han necesitado trabajar en la nube. Una tecnología que permite optimizar recursos y ahorrar en la inversión en hardware. Gracias a la tecnología en la nube, los usuarios autorizados pueden acceder a la información a través de un dispositivo con conexión a Internet en cualquier momento y lugar.
Todos los dispositivos con conexión a Internet emiten enormes cantidades de datos que las empresas necesitan analizar. Se trata de información muy valiosa durante el proceso de toma de decisiones, pero cuya gestión es muy complicada. Gracias al Big Data, compañías de todos los tamaños y sectores de actividad, pueden filtrar los datos y transformarlos en información de valor. La recopilación de grandes cantidades de datos y la búsqueda de patrones dentro de los mismos permite a las organizaciones actuar de forma mucho más eficiente y rápida.
En lo que respecta a la tecnología 5G, la nueva generación de red permite navegar a 10 gigabits por segundo, lo que supone multiplicar la capacidad de la fibra óptica por 10. A esto hay que sumar que la latencia, el tiempo de respuesta de la red, es de tan sólo 5 milisegundos.
Una gran oportunidad para las empresas agroalimentarias ubicadas en zonas de la España rural con poca accesibilidad, que gracias a la tecnología 5G pueden aumentar su potencial. Otro sector que se puede beneficiar es el automovilístico ya que la menor latencia facilita en gran medida la expansión de los coches autónomos.
Existe una gran desigualdad entre empresas y sectores de actividad a la hora de abordar su competitividad mediante procesos de innovación y digitalización. Belén Díaz, socia responsable de Digital Corporate Solutions de KPMG en España, explica “A lo largo de este tiempo, han ido apareciendo firmas nativas digitales, ágiles y sin resistencia al cambio, que han roto paradigmas y hecho tambalearse a algunas empresas tradicionales, demostrando, así, que la digitalización funciona”, según recoge El Mundo.
Desde hace más de una década se habla del proceso de transformación digital, pero a día de hoy hay muchas empresas que no han sabido cómo elaborar la hoja de ruta, e incluso algunas se han planteado si realmente es necesario abordar el proceso.
A día de hoy, es imprescindible avanzar en la digitalización para asegurar la competitividad a corto y largo plazo. Las nuevas tecnologías son fundamentales para adaptarse a las nuevas necesidades del mercado. En plena era digital, las compañías más rezagadas deben centrarse en tecnologías con potencial para cambiar su rendimiento y comenzar a implementar iniciativas que ayuden al cambio. Para ello, es esencial integrar tecnologías como el Big Data o la robótica.
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