FinOps es el acrónimo de finanzas y operaciones. Se trata de una metodología de administración financiera en la nube que persigue la integración de los equipos de tecnología, automatización y análisis de datos con los de finanzas y negocio. Su finalidad es optimizar los recursos en la nube y maximizar su valor.
Para ello, se vale de una cultura basada en procesos y prácticas que contribuyen a mejores tomas de decisiones, más eficientes, escalables y seguras. Desde TicNegocios de la Cámara, os invitamos a profundizar en todos sus beneficios.
Cuando hablamos de optimización de los recursos, es inevitable pensar en ahorro de costes. Sin embargo, su concepto es mucho más amplio y abarca también el recurso humano y de equipos.
Esta metodología monitorea en tiempo real el uso de la nube y sus costes. De este modo, facilita a los equipos la información suficiente como para detectar problemas y mejoras en su optimización.
Tal vez, donde más os ayude sea a la hora de asignar partidas presupuestarias a proyectos, productos o departamentos. Es muy útil para entender mejor cómo, dónde y por qué se gasta el dinero.
Al disponer de datos sobre el empleo de la nube, es posible conseguir una mayor eficiencia y un mejor ROI (retorno de la inversión). Así, le sacáis el máximo partido a vuestra inversión en la nube. Por otro lado, os resultará más fácil adoptar decisiones sobre su uso alineadas con los objetivos estratégicos de la organización.
Además, tenéis más recursos e información para prever y presupuestar de manera más precisa. De tal forma, planificaréis mejor y evitaréis sorpresas.
Al trabajar de manera integrada, se fomenta la cultura de la colaboración y de la responsabilidad. Todos participan de una forma u otra en la gestión de costes en la nube. Esto propicia un enfoque mucho más proactivo por parte de los trabajadores. Por otra parte, esa integración entre los equipos de finanzas, tecnología y negocio fomenta una buena comunicación entre los departamentos más estratégicos de la empresa.
Las prácticas FinOps os permiten adaptaros de un modo más fácil a las distintas coyunturas y cambios del mercado y a las necesidades de vuestro negocio. Tenéis la capacidad de ajustar el empleo de la nube sin incurrir en gastos innecesarios. Por consiguiente, vuestras respuestas pueden ser tan ágiles como deseéis.
En consecuencia, liberaréis recursos que podréis reasignar a proyectos innovadores o a tecnología. De esta manera, impulsáis vuestro crecimiento y la competitividad.
Con esta metodología, os aseguráis de que vuestro trabajo en la nube cumple con las normativas legales sobre seguridad o privacidad de una forma sencilla. De este modo, prevenís sanciones y gastos adicionales.
En otro sentido, también facilita el cumplimiento de las políticas de gobernanza que hayáis establecido. Por ejemplo, quién está capacitado para efectuar un gasto concreto dentro de la organización y cómo debe hacerlo.
Este tipo de filosofía promueve un ciclo de retroalimentación que favorece la evaluación permanente. Por esta razón, os posibilita adaptaros en un breve periodo de tiempo a las situaciones cambiantes del mercado y optimizar así las operaciones en la nube.
Igualmente, al facilitar la adopción de nuevas tecnologías, propiciáis la mejora constante en eficiencia y rentabilidad.
Son las bases sobre las que se asienta esta filosofía con el fin de optimizar los gastos en la nube con la máxima eficacia y eficiencia. De la cultura de la colaboración se derivan otros principios que debéis tener presentes para implementarla.
A pesar de que partimos de una gobernanza y administración financiera centralizadas, esta metodología proporciona autonomía a los equipos para gestionar los recursos según sus requerimientos. Por tanto, son ágiles y reactivos, mientras conserváis el máximo control.
Todas las personas que forman parte de la empresa y que utilizan recursos en la nube son responsables de esos gastos. De este modo, se contribuye a una cultura de la responsabilidad compartida, donde las tomas de decisiones se hacen teniendo en cuenta su impacto monetario.
La automatización es un elemento primordial en las prácticas FinOps. Los entornos híbridos y multicloud cambian con frecuencia según lo vayan necesitando las nuevas aplicaciones y sistemas. Si no queréis tener problemas de rendimiento, debéis asignar recursos según vaya cambiando la demanda y la dotación manual es imposible.
En cuanto a los informes avanzados, considerad que gracias a ellos podéis atribuir el 90 % de vuestros gastos en la nube. De hecho, os permite que no se produzca una gran distorsión entre los gastos previstos y los reales. Lógicamente, la información de la que se nutren requiere que seleccionéis los KPI apropiados en cada caso.
Aunque a lo largo del artículo os hemos reiterado que reducís costes si adoptáis esta metodología en vuestras empresas, ese no es el enfoque real. Lo cierto es que su pretensión es maximizar el valor de la inversión realizada en la nube. Por consiguiente, cometeríais un error si optimizarais recursos comprometiendo la calidad, la innovación o el rendimiento.
En otras palabras, debéis aseguraros de que todas las decisiones sobre costes se alinean con los objetivos estratégicos y no os guiais exclusivamente por el ahorro de dinero.
Como veis, las prácticas FinOps os proporcionan un marco adecuado para llevar a cabo una gestión eficaz en la nube. A la vez, propiciáis una cultura de colaboración entre todos los equipos, que se hacen corresponsables de su buena marcha. Junto con la innovación, todos estos principios contribuyen a maximizar la inversión. Si os interesa esta forma de trabajar y queréis buscar más material interesante, visitad nuestra web.