En el mundo de la ciberseguridad existen muchos conceptos que quizás no conocemos uno de los más llamativos es el de firewall humano. Es decir, el anglicismo que hace referencia al cortafuegos humano.
Este concepto quizás nos suene de otros ámbitos, crear una trampa o utilizar un truco para que el fuego no avance. En definitiva, se trata de proteger lo más valioso que tenemos, evitando que el fuego o cualquier otra amenaza lo dañe.
El ser humano forma parte de la cadena productiva de cualquier empresa, no importa cuánto automatizada esté la empresa, sin las condiciones adecuadas de ingeniería social es imposible que pueda funcionar.
Recalibrar las personas, prepararse para cualquier ataque y en esencial trabajar unidos para vencer un solo objetivo es una de las opciones que debemos aprender a realizar en este nuevo mundo virtual controlado por humanos.
El foco de atención en se dirige directamente hacia el empleado, de esta forma, el ciberataque se destina a él. En las distintas fases de un ciberataque las primeras están destinadas a encontrar el punto débil para poder penetrar en la empresa.
En este aspecto el hacker buscará una puerta de entrada que puede pasar por el perfil del trabajador. Un empleado que sea capaz de entablar conversación con este atacante y que le facilite las llaves o contraseñas necesarias. Puede parecer que sea imposible de que esto suceda, pero cada vez más los ciber atacantes tienen en cuenta el factor humano.
Más allá de la capacidad de infectar ordenadores con un malware perjudicial, el ciberataque también puede centrarse en hacer daño empezando por los trabajadores, la parte más vulnerable. Ante este elemento la ingeniería social y el hecho de crear cortafuegos humanos es esencial para poder detener un ataque en el momento adecuado.
Al igual que se contrata un buen asesor o profesional en ciberseguridad, se dota a la empresa de aquellas herramientas técnicas como antivirus adecuados y sistemas que detengan un ataque, se debe formar a los trabajadores o prepararlos para que no se conviertan en focos de ataques de hackers.
En términos técnicos hablamos de firewall humano cuando: “se adquiere un compromiso por un grupo de personas, en este caso de trabajadores de una entidad, para llevar a la práctica aquellas medidas, tanto preventivas como reactivas, que tengan como objetivo la implementación de ciberseguridad.”
La unión hace la fuerza y en el caso del firewall humano es aún más visible este concepto. El cortafuegos empieza nada más detectarse una posible amenaza, pero para poder estar alerta y saber qué está pasando los trabajadores deben estar dispuestos a invertir parte de su tiempo en formación, atendiendo a las directrices de un experto en ciberseguridad.
El mundo virtual o digital está controlado por humanos. Los grandes problemas de seguridad en empresas son causados por y para humano. Siempre hay un punto débil o una persona que puede estar expuesta a un problema de seguridad que afecte a toda la empresa.
En redes sociales los expertos en hackear cuentas o entrar en empresas por los puntos clave pueden encontrar a aquellos que comprometen la seguridad de la empresa. Datos de los clientes a través de fotos o pequeños detalles que comparten más de la cuenta.
Hay una educación digital pendiente para todas las empresas y trabajadores que empieza desde fuera de la empresa y llega a ella para poder acabar con cualquier inconveniente que pueda suceder. Es importante mantener la comunicación y advertir a la organización en caso de cualquier conducta sospechosa.
Los ciberataques pueden adquirir varias formas, es la empresa la que debe estar preparada para afrontarlos y conseguir de esta manera detener algunos actos que podrían acabar siendo altamente perjudiciales. Robo de datos de clientes o incluso acceder a las cuentas de la empresa, existen muchos tipos de delitos.
En definitiva, el ciberatacante tiene como objetivo obtener una serie de beneficios que son capaces de hacer más daño de lo que parece, desde fuera y con trucos destinados a engañar a las personas es capaz de acabar con la estabilidad o las inversiones realizadas para evitar cualquier incidente.