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Un informe publicado por la Universidad de Olavide, en el que se analiza la situación de los emprendedores en el panorama de la pandemia por coronavirus muestra sus preocupaciones, las principales amenazas y retos, así como el impacto que ha tenido hasta el momento esta grave crisis sanitaria que estamos viviendo.
Si bien las restricciones de movilidad, así como los horarios de cierre afectan a la práctica totalidad de empresas por igual, hay sectores que han sido duramente castigados de esta pandemia y, otros, en los que la afectación ha sido menor y mantienen mejores expectativas de futuro.
Los emprendedores entrevistados pertenecían a distintos sectores, y salvo en el de “otros sectores”, son mayoría los que han declarado que sí se sentían amenazados por la situación de la pandemia de cara a mantener su actividad en el presente y en el futuro.
Pero aquellos en los que hay una mayor preocupación son claramente la gastronomía y turismo, seguidos de servicios de cara al público y servicios a empresas.
La cuestión sobre cómo creen que afectarán al futuro más inmediato de sus actividades el desarrollo de esta crisis sanitaria tampoco augura noticias positivas.
Algunos de los problemas que señalan los emprendedores que han sido entrevistados tienen que ver con la falta de ventas o de liquidez. De hecho, el 35% indica que su volumen de ventas ha bajado, un 29% dice que ha suspendido su actividad y un 12% ha cerrado el negocio. Es decir, un 76% se ha visto afectado en gran medida por la pandemia.
Los problemas que más preocupan a los emprendedores desde que ha comenzado la crisis económica que provocó la pandemia son: problemas para pagar otros suministros (18,8%), problemas con los pagos de clientes o con retrasos en los mismos (12,2%) y la imposibilidad de comprar los recursos necesarios (7%).
Una de las cuestiones que casi nunca aparece reflejada en los informes relacionados con el emprendimiento es el estrés al que están sometidos los profesionales autónomos y gestores de empresas.
En este caso, el estudio preguntó sobre la cuestión y, además, se puede comparar con la puntuación que otorgan los mismos emprendedores en el período precedente a la pandemia. En realidad, esa posibilidad comparativa muestra no solo que los niveles de estrés son altos y que la satisfacción con el trabajo cae, sino que la mayor caída la experimentan mujeres.
Para ambos sexos, el mundo laboral sigue estando mejor valorado que su satisfacción general, ya que la media de esta en la actualidad es de un 6,67 frente a los 8,07 puntos que otorgaban antes en el cómputo de su vida global.
Gran parte de ellos pasan por uno de los peores momentos de sus vidas y se encuentran con que los negocios que antes podían sustentar sus vidas, ahora ya no lo hacen. Muchos también deben preocuparse por su situación propia y la de sus empleados.
Los niveles de estrés son altos y, en muchos casos, la soledad en la que se sienten les provocan un malestar psicológico que agrava la capacidad para la toma de decisiones financieras.
Nunca es fácil emprender y sacar adelante una compañía, pero en la actualidad, la pandemia ha supuesto que se incorporen nuevas amenazas.
Y muchos de ellos no cuentan con el apoyo y recursos externos necesarios para afrontarlas siendo la familia y la pareja a quienes se recurre de forma más habitual para intentar obtenerlos.
Probablemente todavía no hayamos terminado de medir este impacto, puesto que la tercera ola de la pandemia parece venir cargada todavía de consecuencias directas para emprendedores y empresarios.
Fuente: https://www.upo.es/inn-lab/wp-content/uploads/2020/12/numero-2-noviembre-20.pdf
Portada: Gabriella Clare Marino via Unsplash