El estado de la ciberseguridad en España es deficiente y el motivo está en la ausencia o escasa relevancia de un coordinador o jefe de ciberseguridad en las empresas.

Según el 85% de los CISOs, es decir, de los más altos cargos de ciberseguridad, el 85% afirma que que la estrategia de ciberseguridad no cumple con objetivos empresariales.

Asimismo, un porcentaje similar, el 81% afirma que estar constantemente un paso por delante de los ataques es agotador y aunque efectivo cuenta con amplios márgenes de mejora para que las tareas sean más óptimas y no se lleven tantos gastos por delante.

Y a pesar de esta obsesión por la seguridad, sin embargo, los ciberataques siguen al alza. Los datos extraídos de 2021 muestran que en el año 2021 hubo una media de 270 ataques, esto es un 31% más que en 2020 a nivel mundial. Y en la misma medida parece que está evolucionando 2022, aunque las cifras aún no están claras.

Pero el caso de España es aún más acusado, pues el número de ataques subió en un 260% con respecto al año 2020.

Por tanto, hay datos que conviene tener muy claros para comprender cómo está evolucionando y cuál es la grave situación de la ciberseguridad empresarial y privada.

Debido a estos problemas en la ciberseguridad, la palabra ciberresiliencia está cobrando popularidad. Esta define el grado de tolerancia, es decir, la forma en la que se superan los ataques sin demasiados escollos e inconvenientes.

En este sentido, existen diferentes perfiles en las empresas, con diferentes grados de resiliencia.

Según Accenture, por un lado están los obstaculizadores del negocio, que ponen por delante la ciberresiliencia y afectan a la estrategia del negocio.

En segundo lugar, están los vulnerables que por no afectar al negocio, crean políticas de ciberseguridad muy laxas o poco elaboradas y eficientes.

En tercer lugar se encuentran los que asumen ciberriesgos, que priorizan el crecimiento del negocio, los ingresos… y no les importa si por el camino asumen riesgos.

Y finalmente, los necesarios ciberdefensores, que logran un equilibrio entre ciberseguridad y crecimiento del negocio sin comprometer a ninguna de las dos partes. Son los mejores para proteger el negocio y son aquellos que deberían contar con más poder en la toma de decisiones de las compañías.

Los ciberdefensores tienen algunas características en común con respecto a cómo cuidan de los datos.

La mayoría cuentan con tiempos de detección y medidas de reparación ultra rápidos.

La ciberseguridad aumenta pero los ataques también. La estrategias necesitan redefinirse y hay un nuevo perfil que puede ser de gran ayuda. Para lograr que los ciberdefensores puedan llevar mejor a cabo sus tareas, se necesita: que se saque el máximo partido a la nube, que estén en puestos de responsabilidad y que mejoren aún más la seguridad y el crecimiento del negocio, con experiencia y mejores herramientas.

Si necesitas contar con algún profesional, recuerda que contamos con una selección de las mejores empresas de ciberseguridad que podrán ayudarte a cuidar todos los aspectos de este área, previniendo cualquier ataque que pueda suponerte una pérdida importante o vulnerabilidad para robo de información.

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